LA CASA DE BERNARDA ALBA

LA CASA DE BERNARDA ALBA de Federico García Lorca

23 marzo 2011

21 marzo 2011

DIOSES GRIEGOS Y LATINOS














Nombre griego


Nombre romano(latino)












Elementos














Ideas que representan
Atributos
Zeus
Júpiter
el cielo y el aire
el poder
el águila, el cetro y el rayo
Hera
Juno
el cielo
el matrimonio
el pavo real
Poseidón
Neptuno
el mar
la cólera
el tridente
Apolo
Febo
el Sol
las artes, las letras y la música
el arco, la lira y el laurel
Démeter
Ceres
la Tierra
la fecundidad
la gavilla
Artemisa
Diana
la Luna
la caza, la castidad
el arco y el ciervo
Ares
Marte
el odio
la guerra
el casco y la lanza
Hermes
Mercurio
el ingenio
la actividad, el comercio
el petaso, el caduceo, las alas en los pies
Atenea
Minerva
la inteligencia
la sabiduría
el arco, la lira y el laurel
Afrodita
Venus
el amor
la belleza
la paloma
Hefestos
Vulcano
el fuego
la industria
el yunque y el martillo
Hestia
Vesta
el hogar
las virtudes domésticas
el fuego sagrado
PROMETEO



PROMETEO

NOTICIA: HA ENTRADO LA PRIMAVERA

Esta noche a las 0.21 horas (en España) ha entrado la primavera.  Bienvenida
LA ALEGORÍA DE LA  PRIMAVERA DE BOTTICELLI

20 marzo 2011



Ares simboliza y es la guerra. Hijo de Zeus y de su legítima esposa Hera, el impetuoso y fornido Ares no conoce el combate amigos ni enemigos, destruye a todos sin distinción. Por eso Atenea, defensora de la guerra justa, detesta al dios de la guerra gratuita.
En ninguna parte de Grecia es bien recibido ni honrado. Es muerte, dolor y destrucción. Algo fanfarrón por sus músculos, obtiene el amor de la bella Afrodita, descontenta de su lisiado esposo, el cojo Hefesto. Cuando los dos amantes fueron sorprendidos en el lecho, sólo las diosas-por pudor-se perdieron el espectáculo mientras todo el Olimpo retumbaba con una risa inextinguible.
Ares simboliza y es la guerra. Hijo de Zeus y de su legítima esposa Hera, el impetuoso y fornido Ares no conoce el combate amigos ni enemigos, destruye a todos sin distinción. Por eso Atenea, defensora de la guerra justa, detesta al dios de la guerra gratuita.
En ninguna parte de Grecia es bien recibido ni honrado. Es muerte, dolor y destrucción. Algo fanfarrón por sus músculos, obtiene el amor de la bella Afrodita, descontenta de su lisiado esposo, el cojo Hefesto. Cuando los dos amantes fueron sorprendidos en el lecho, sólo las diosas-por pudor-se perdieron el espectáculo mientras todo el Olimpo retumbaba con una risa inextinguible.